El motivo no es que usted sea más débil o tenga menos fuerza de voluntad que otras personas. En realidad lo que está pasando es que nuestra mente no está entrenada para esta nueva aventura, por lo que nuestro cerebro tendrá literalmente que crear nuevos caminos que se ajusten a nuestros nuevos hábitos.
Cuando usted toma la decisión de cambiar sus viejas costumbres en busca de un estilo de vida saludable, al comienzo sentirá que el proceso es sumamente complicado y difícil.
Cuando desarrollamos hábitos, creamos nuevas vías neuronales en nuestro cerebro, verdaderos caminos que se forman cada vez que aprendemos algo nuevo. Las conexiones son débiles entre neuronas poco usadas, pero con el paso del tiempo y la repetición de las mismas acciones o pensamientos, estas conexiones se van reforzando.
Finalmente las conexiones de ese hábito estarán fuertes y las comunicaciones viajarán como por autopistas que llevarán nuestros pensamientos e intenciones en la nueva dirección.
Se ha creado un hábito y ahora nuestro cerebro repite esa acción en forma automática.
Veamos cómo fueron sus hábitos hasta ahora: Despertarse, no desayunar ni hacer ejercicio, cepillarse los dientes, vestirse a las apuradas, tomar el café en el auto mientras va a su trabajo, comer en un local de comidas rápidas al mediodía, regresar a la casa, sentarse comiendo la cena mientras mira la televisión e irse a dormir.
Comenzar a hacer lo contrario de un día para otro es casi imposible. Lo que necesitamos es dirigir nuestra mente para que el cerebro comience a crear nuevas vías neuronales, nuevos caminos en otra dirección, apuntando a costumbres saludables.
La Clave es Entrenar Nuestro Cerebro
Cuando usted decide hacer un cambio, en realidad lo que está tratando de cambiar es la forma en que su cerebro hace sus conexiones. Pero como su cerebro sabe de memoria como actuar, porque ha repetido el mismo libreto cada día durante años, hará todo lo posible para que usted regrese a los patrones regulares.
Esta es la razón por la cual es tan difícil romper viejos hábitos, y es también la razón por la que la gente parece tomar las mismas decisiones una y otra vez.
¿Significa esto que estamos condenados a nuestras malas decisiones para siempre? Por supuesto que no. Es muy posible cambiar nuestros hábitos y nuestro estilo de vida, pero se necesita un poco de planificación y dedicación.
Simples consejos para entrenar nuestro cerebro
Trate de reemplazar los malos hábitos por otros buenos de a poco, poniéndose metas realistas.
Sea positivo y busque que su primer pensamiento al levantarse este relacionado con los cambios que está haciendo en su vida.
Deje sus cereales preparados durante la noche y obliguese a desayunar correctamente: Copos de maíz y salvado de trigo (el salvado evita la constipación) con leche de almendras o soja es un desayuno perfecto. Además puede comer 2 o 3 nueces y algunas almendras cada mañana.
Lleve a su trabajo unas frutas y una ensalada para el mediodía.
Reduzca la cantidad de refrescos y café y tome abundante agua. El agua es una maravilla y si usted se siente cansado durante el día, a menudo es porque no está correctamente hidratado. Si no le gusta el «sabor» del agua, pruebe ponerle una rodaja de limón. Otras opciones son el té verde y el jugo puro de fruta (natural, no de químicos concentrados).
Busque versiones bajas en azúcar o sin azúcar de los productos que usted consume, o simplemente trate de reemplazar esos bocadillos por algo más saludables.
Mantenga sus comidas simples y tómese el tiempo para planificar comidas saludables para toda la semana. Cuando usted vaya de compras al supermercado, hágalo en base a lo planificado, y recuerde que el mejor momento para ir de compras es después de comer. Evite ir al supermercado con hambre, para no comprar cosas de más.
Sea claro con su familia y amigos para que sepan que este no es un capricho o un plan de algunas semanas antes del verano, que sepan que usted ha decidido hacer un cambio en su vida.
Haga ejercicio siempre que pueda. Los expertos recomiendan para los adultos un mínimo de 30 minutos tres veces por semana. ¿No tiene tiempo para ir al gimnasio? Camine por su oficina, suba por las escaleras, tome recreos para hacer abdominales, utilice pesas de mano mientras mira la televisión, etc. No es descabellado pensar en comprar una bicicleta estática o una cinta de caminar para tener en su casa. Piense en lo que sería más interesante para usted y lo que mejor se adapte a su horario y presupuesto.
Duerma lo suficiente. La falta de sueño también lo hace más susceptible a las recaídas emocionales y a las enfermedades. Al dormir lo suficiente será más eficiente durante el tiempo que esté despierto.
El Cambio es un Camino
Construir un nuevo estilo de vida es emprender un camino nuevo, uno verdaderamente valioso, por lo que al igual que en cualquier viaje es mejor ir lento pero seguro.
Debemos ir manejando nuestra mente en la dirección contraria a la que veníamos, obligando al cerebro a crear nuevas vías neuronales ahora apuntando hacia los hábitos saludables. Su cerebro es capaz de hacerlo, pero como a los niños pequeños a veces hay que mostrarle repetidas veces la manera en que usted quiere hacer las cosas, para que sepa hacia donde apuntar.
Esta es la clave que lo mantendrá avanzando hacia su destino, y viviendo una vida larga y saludable.