Todos queremos comenzar el 2014 con el pie derecho y a menudo las decisiones más importantes que hacemos en Año Nuevo están relacionadas con la salud: Perder peso, ponernos en forma, bajar el nivel de estrés y empezar a comer saludable, son algunos de los objetivos más comunes.
Ahora bien, todos sabemos lo difícil que resulta cumplir con los objetivos de este tipo. Una investigación de la Universidad de Scranton, publicada por la revista Forbes da cuenta que solo el 8% de las personas tienen éxito en las decisiones que hacen en año nuevo.
Sin embargo, en lo referido a la salud la causa principal de que nuestras resoluciones no tengan éxito, podría ser que estamos dejando de lado un componente simple pero potente de la salud integral: el sueño. Porque para lograr hacer cambios permanentes, parece que lo primero que hay que hacer es aprender a dormir lo suficiente.
«Mejorar el sueño durante la noche puede ser realmente muy eficaz para mejorar la calidad de vida durante el día. Hay una falsa creencia entre los pacientes de que pueden sobrevivir con cuatro o cinco horas de sueño, pero sabemos que la falta de sueño es peligrosa» dice el Dr. Alon Avidan, profesor de neurología y director del Centro de Trastornos del Sueño de la UCLA.
El sueño, el hambre y el aumento de peso
La falta de sueño tiene una muy bien documentada relación con la ganancia de peso y la obesidad, pero la manera como la falta sueño impacta en el ancho de la cintura no ha sido totalmente entendida. Sin embargo, varios estudios arrojan algunas pistas sobre la problemática.
Puede ser que las personas que duermen menos, simplemente tengan más tiempo y oportunidades para comer. Quienes duermen poco y encima se quedan despiertos hasta tarde, parecen ser los más propensos a consumir bocadillos por la noche y más calorías en general. La fatiga también parece nublar la mente, de manera que por un lado resulta más difícil seleccionar las opciones de alimentos nutritivos, y por el otro, más fácil llenar los carritos del supermercado con compras compulsivas de alto contenido calórico.
Por otro lado, no dormir lo suficiente parece disparar el hambre, probablemente debido a un desequilibrio de las hormonas que controlan esos ataques. En un estudio de 2012, publicado por The Wall Street Journal, los investigadores encontraron que el sueño corto aumentó en los hombres los niveles de grelina, lo que desencadenó el hambre, y en las mujeres bajaron los niveles de una hormona que suprime el apetito llamada GLP-1.
El Sueño, y la Memoria a Largo Plazo
Se cree que durante la fase de movimiento ocular rápido (MOR) del sueño, el cerebro se mantiene activo, como si estuviera despierto. Es por eso que esta fase es tan comúnmente asociada con las funciones de aprendizaje y la memoria del sueño. Según un estudio de 2013 publicado por Science Daily, parte de la naturaleza reparadora del sueño puede ser la función de transportar recuerdos de corto plazo para su almacenamiento a largo plazo.
La conexión entre la falta de sueño, la pérdida de memoria y el deterioro del cerebro a medida que envejecemos ha sido difícil de precisar. Pero, por primera vez, los científicos de la Universidad de California, Berkeley, han encontrado una relación entre estos males característicos de la vejez. Este descubrimiento abre la puerta a relacionar un aumento de la calidad del sueño, en las personas mayores para mejorar la memoria.
El Sueño y la Longevidad
En otro estudio, en este caso publicado en la revista SLEEP y reportado por la BBC, se da cuenta que escatimar sueño aumenta el riesgo, no sólo de crisis de salud potencialmente mortales, como accidentes cerebrovasculares, ataque al corazón o cáncer, sino también sube las posibilidades de morir más joven por cualquier causa.
El estudio da cuenta que las personas que regularmente dormían menos de seis horas por noche tenían un 12 por ciento más de probabilidades de morir durante los 25 años posteriores, que las personas que dormían entre seis y ocho horas por noche.
Mi Resolución para el Año Nuevo
Parece raro, pero si estamos planeando toma decisiones ahora que comienza un nuevo año, tal vez deberíamos también proponernos dedicar más tiempo al descanso y al sueño reparador del cuerpo y la memoria.
Incluso, hay cosas que usted puede hacer esta misma noche para comenzar a dormir mejor: Reserve su dormitorio solo para dormir y pasar momentos de intimidad con su pareja, evite la cafeína durante las horas de la tarde, saque el televisor del dormitorio y deje su teléfono en la sala y en silencio.
Dormir mejor y el tiempo suficiente, comer saludable, hacer ejercicio, bajar naturalmente de peso y sentirnos en plenitud. ¿Qué más podemos pedirle al año nuevo?
Fuentes:
Artículo adaptado principalmente de The Most Important Thing You Can Do In The New Year To Lose Weight, Get Sharper And Live Longer de Sarah Klein.
Los enlaces de nuestro artículo refieren a otras de las fuentes consultadas.